RESUMEN CAPÍTULO 15

Holden no durmió mucho aquella noche, al despertarse quiso irse del hotel, pero por miedo de encontrarse de nuevo Maurice decidió esperarse un rato. Mientras esperaba aprovecho para llamar a Sally Hayes, cuando habló con ella se fueron preguntando mutuamente como les había ido hasta el momento, pero Sally empezó a contarle a Holden historias sobre no se que compañeros, que a Holden no le interesaban le ofreció ir al teatro y ella acepto, y quedaron debajo del reloj de Baltimore.

Aprovecho y conto el dinero que le quedaba y se dio cuenta que en dos semanas se gasto demasiado dinero. Después bajo al vestíbulo, pago la cuenta y subió a un taxi, como no sabia que hacer durante el día, le pidió al taxista que lo dejara a la estación Grand Central, que estaba cerca de Baltimore, una vez en la estación dejó las maletas en la consigna y se fue a almorzar.

En el bar se sentó en la barra, y en su lado se sentaron dos monjas cargando unas maletas baratas con las que charlo un buen rato, una le conto que era profesora de literatura y la otra de historia, el les respondió que se le daba bien la literatura y ellas le preguntaron en que escuela iba y que libros había utilizado ese año, el les dijo que una serie de libros de la edad media, pero que para subir nota también leían unos fuera de clase. Uno de ellos, era Romeo y Julieta, conversó un rato con la monja de literatura sobre ese libro y después les ofreció 10 dólares para que los guardaran y los usaran en su próxima recolecta, al principio dijeron que no pero al final se los quedaron.

Después la de historia le dijo a la de literatura que debían darse prisa, Holden se alegro de que no le preguntaran si era católico, ya que es una de esas cosas que no soporta que le pidan. No es que no soporte a los católicos al contrario los respeta, solo que es ateo y como su apellido es de origen irlandés, y la mayoría de americanos descendientes de irlandeses son católicos y su padre también así lo es, siempre terminaban por hacer la misma pregunta.

Holden pasó mucha vergüenza, porque al despedirse estaba fumando y si querer les tiro el humo a las monjas, se disculpo y aunque ellas le dijeron que no pasaba nada el se sintió muy mal. Cuando se fueron se quedo con ganas de darles mas dinero, pero necesitaba para ir con Sally y pensó “maldito dinero que le amarga la vida a uno”.